Más que un simple disco,
Random Acces Memories puede considerarse un
fenómeno. Y no sólo por el impacto popular que ha tenido el single
Get Lucky (número uno en más de veinte países), sino por su condición de rareza dentro del panorama Pop actual, lleno de discos sin personalidad, con producciones sin alma y ninguna vocación de pasar a la historia de la música contemporánea.
RAM (abreviando) es todo lo contrario a eso:
el cuarto trabajo del dúo francés Daft Punk es el más personal de su discografía, al haber podido hacer por primera vez todo lo que han querido sin ninguna limitación artística ni de medios, empleando de su bolsillo un millón de dólares para grabar sin prisas
una odisea musical de 74 minutos que ha pasado por hasta cinco estudios y que ha necesitado de la participación de casi un centenar de músicos o vocalistas para concretarse. Puede que parezca contradictorio el hecho de pensar que este es el disco más personal de Daft Punk cuando es el que más colaboración ha necesitado, pero eso ha sido así simplemente porque, en su afán de que todo resultara lo más orgánico posible, han preferido dejar a un lado la tecnología más actual para utilizar instrumentación y voces reales y así, como dice el primer corte,
devolverle la vida a la música (
Give Life Back to Music).
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De izda. a dcha., Thomas Bangalter y Guy Manuel deHomem-Christo. |
Desde el House barroco de
Homework (1997) hasta el Punk electrónico de
Human After All (2005), pero sobre todo en el muy apropiadamente titulado
Discovery (2001), Thomas Bangalter y Guy Manuel de Homem-Christo han ido dejando constancia de su amor por la música de las décadas de los 70 y 80 del Siglo XX. Esa pasión cristaliza ahora en este impresionante
Random Access Memories, que es
una verdadera celebración retro tan pura que algunas de sus canciones podrían haber batallado en las listas de singles más vendidos contra el
What a fool believes (1979) de los Doobie Brothers o el
Billie Jean (1982) de Michael Jackson sin desentonar lo más mínimo dentro de ese contexto (y en esto no es nada casual que Nile Rodgers, co-fundador de Chic, sea aquí el guitarrista principal de varios temas). Con un cuidado que incluso llega hasta la propia presentación física del disco y el libreto que lo acompaña, todo en
RAM rezuma un interés inaudito por hacer que el continente y el contenido del álbum sean lo más coherentes posible. Y, al contrario de lo que ocurría en los trabajos previos del dúo, aquí no hay espacio para los
fillers. Tanto es así que el disco podría parecer un
Greatest Hits, si no fuera porque todos los temas están relacionados entre sí y sirven como partes de
un conjunto que se entiende mejor si se disfruta en su totalidad. Sólo así puede apreciarse el verdadero valor de joyas como
Giorgio by Moroder (en la que los músicos ilustran la vida de Giorgo Moroder, narrada por él mismo), la complejísima e hipnótica
Touch (con la voz de Paul Williams), las melancólicas
Within,
Beyond y
Fragments of Time (con Todd Edwards), el positivismo de
Doin' it right (con Panda Bear) o la energía contagiosa de himnos bailables como
Instant Crush (con el líder de The Strokes, Julian Casablancas),
Lose yourself to dance y
Get Lucky (estas dos con la voz de Pharrell Williams, con quien Daft Punk ya había trabajado en la maravillosa
Hyptonize U, incluida en el álbum
Nothing, de N.E.R.D., el grupo de Williams).
En resumen, bastaría con decir que
Random Access Memories es
un álbum perfecto, tan fácil de escuchar como complejo en su construcción y perdurable en su resultado final. Pero eso tenéis que descubrirlo vosotros mismos.
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